Argentina: Balance del primer año de Milei y perspectivas
|El primer año de la presidencia de Javier Milei en Argentina ha marcado un punto de inflexión en la economía del país, después de más de una década de estancamiento estructural. Bajo su liderazgo, Argentina ha emprendido un proceso de normalización macroeconómica enfocado en estabilizar la economía y reducir la inflación, y se encamina a llevar a cabo reformas estructurales largamente postergadas.
Desempeño de la moneda y control de la inflación
Uno de los desafíos más importantes para el Gobierno de Milei fue la estabilización de la moneda y, consecuentemente, la fuerte reducción de la inflación. En 2024, la inflación alcanzó un pico histórico de casi el 300% en mayo, impulsada por décadas de descontrol fiscal, emisión monetaria y desconfianza en el peso argentino. Sin embargo, a finales de su primer año de mandato, la inflación se ha reducido al 120%, y el consenso del mercado proyecta una inflación para 2025 de 25.9%, según el relevamiento de las expectativas de mercado (REM) del Banco Central de la República Argentina. Estos increíbles resultados han sido posibles gracias a un programa de ajuste fiscal sin precedentes y la implementación de medidas monetarias restrictivas.
La apreciación del peso argentino también ha sido destacable. A pesar de un inicio turbulento, la confianza en la economía ha comenzado a restaurarse. La estabilización del tipo de cambio ha sido clave para evitar una espiral inflacionaria y mejorar las perspectivas económicas.
Ajuste fiscal: El alumno ejemplar
Argentina se ha posicionado como un caso excepcional en el universo de los mercados emergentes al llevar a cabo uno de los ajustes fiscales más agresivos de la historia reciente. El Gobierno de Milei logró reducir el déficit fiscal primario desde un 6% del PIB en 2023 hasta conseguir un superávit del 1% en 2024. Esto se logró mediante una reducción significativa del gasto público, la eliminación de subsidios a la energía y el transporte y una reforma tributaria orientada a simplificar el sistema y fomentar la inversión privada.
El impacto de este ajuste fiscal ha sido notable en la composición de la demanda. Tanto el consumo privado como el gasto público se han contraído, mientras que la inversión y las exportaciones han comenzado a ganar protagonismo. Este ajuste fiscal se ha producido en un contexto donde el Gobierno central no posee ningún gobernador provincial de su partido, solo 40 de 257 diputados y 7 de 72 senadores que forman parte del Congreso nacional. Mientras tanto, el apoyo social se mantiene en niveles elevados. Los índices de confianza del Gobierno medidos por UTDT (Universidad Torcuato Di Tella) muestran niveles de aprobación casi tan elevados como cuando asumió el mandato presidencial.
Dinámica sectorial y el frente externo
La recuperación económica ha sido desigual entre sectores. Industrias como la minería, el petróleo y el gas han mostrado un desempeño sólido gracias a la eliminación de barreras regulatorias y un entorno más favorable para la inversión extranjera. En contraste, sectores industriales como el textil y el alimentario continúan rezagados, afectados por la apertura económica y la falta de competitividad estructural.
En el frente externo, Argentina ha logrado revertir su déficit por cuenta corriente, impulsado por un aumento en las exportaciones de materias primas y productos agroindustriales. Además, la atracción de inversión extranjera directa, particularmente en energía y minería, ha sido un factor clave para mejorar la balanza de pagos. No obstante, persisten desafíos relacionados con la volatilidad de los flujos de capital y la necesidad de diversificar las exportaciones.
Proceso de normalización y reformas estructurales
El Gobierno de Milei ha sentado las bases para un proceso de normalización económica que busca recuperar la competitividad perdida y restaurar la confianza de los inversores. Sin embargo, la implementación de reformas estructurales será crucial para consolidar estos avances. Entre las prioridades se encuentran:
- La reforma laboral, orientada a reducir la rigidez del mercado de trabajo y fomentar la creación de empleo formal.
- La reforma previsional, destinada a garantizar la sostenibilidad de largo plazo del sistema de jubilaciones.
- La modernización del sistema tributario para simplificarlo y hacerlo más eficiente.
Estas reformas requieren un amplio consenso político, lo que convierte a las elecciones de medio término de 2025 en el centro de la agenda económica y política.
Elecciones de medio término: Una prueba crucial
En 2025, los argentinos acudirán a las urnas para renovar la mitad de los diputados y un tercio de los senadores. Estas elecciones serán determinantes para el futuro del país, ya que el Gobierno necesitará asegurar una mayoría parlamentaria para avanzar con las reformas estructurales. Sin un respaldo legislativo suficiente, las reformas podrían quedar estancadas, poniendo en riesgo los avances logrados hasta ahora.
El contexto político está marcado por una oposición fragmentada y un oficialismo que busca consolidar su base de apoyo. La capacidad del Gobierno para comunicar los beneficios de las reformas y gestionar las tensiones sociales será clave para garantizar un resultado favorable.
Perspectivas y retos futuros
A pesar de los desafíos, las proyecciones de crecimiento para 2025 son optimistas. Se espera que la economía crezca entre un 3.5% y un 5%, impulsada por la inversión y las exportaciones. Sin embargo, este crecimiento será heterogéneo, con sectores como la minería y la energía liderando la recuperación, mientras que otras industriaspodrían continuar enfrentando dificultades.
En el escenario internacional, Argentina ha comenzado a destacar como un caso de éxito entre los mercados emergentes gracias a la magnitud y rapidez de su ajuste fiscal. Sin embargo, la sostenibilidad de este proceso dependerá de la capacidad del país para consolidar las reformas estructurales y mantener un equilibrio entre la estabilización macroeconómica y el crecimiento inclusivo.
Conclusión
El primer año de Javier Milei al frente del Gobierno ha estado marcado por avances significativos en el camino hacia la normalización económica. La reducción de la inflación, la estabilización del tipo de cambio y el ajuste fiscal han sido logros destacados, posicionando a Argentina como un "alumno ejemplar" en el contexto de los mercados emergentes.
Sin embargo, el camino hacia una economía más competitiva y sostenible está lejos de haber terminado. Las elecciones de medio término de 2025 serán un hito clave para definir si el Gobierno podrá avanzar con las reformas estructurales necesarias para consolidar estos avances y garantizar un futuro más próspero para Argentina.
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