Perspectivas mundiales 2025: Suposiciones por la borda
En 2025, los inversores tendrán que cuestionar muchos supuestos largamente mantenidos sobre el panorama económico e inversor mundial. Tras décadas de globalización, multilateralismo y relativa estabilidad geopolítica, las perspectivas han cambiado. En las elecciones celebradas en 2024 en las economías desarrolladas de todo el mundo, los votantes exigieron un cambio, ya que la persistente presión inflacionista de años anteriores encendió el deseo de castigar a los gobernantes de turno. En cada país, las circunstancias más allá de la inflación difieren y las consecuencias políticas serán distintas. Pero el cambio está en el aire, con implicaciones económicas y de mercado significativas en cada una de las principales economías.
Implicaciones para la inversión
Se espera que en 2025 el debate macroeconómico se desplace sustancialmente hacia los efectos de las políticas de Donald Trump.
- La hipótesis de base es que la inflación aumentará moderadamente en 2025 debido a los aranceles y a los modestos incrementos del consumo impulsados por los efectos riqueza y el optimismo en torno a la percepción de una agenda económica más orientada al crecimiento. Se prevén nuevos aumentos de la presión inflacionista en 2026 a medida que se acumulen las políticas de inmigración y los aranceles.
- El rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años volverá a acercarse al 5% y el tipo de los fondos federales se mantendrá en el 4% o por encima. Aunque podría resultar tentador para los inversores ampliar la duración de sus carteras si el rendimiento del Tesoro a 10 años vuelve a alcanzar el 5%, advertiría contra cualquier reasignación excesiva. El cambiante contexto político podría conducir a un aumento sostenido de los costes de financiación del gobierno de EEUU. En la medida en que también se cuestione la independencia de la Fed en un contexto de inflación y déficit elevados, los tipos podrían subir bruscamente.
- Es preferible seguir estando más expuesto a los prestatarios de duración intermedia y de mayor calidad en lugar de buscar rendimiento en áreas más arriesgadas, como el mercado de alto rendimiento o los préstamos apalancados, dado el riesgo exagerado de una desaceleración inesperada.
- Cabe esperar mucha más dispersión dentro del mercado de renta variable estadounidense cuando se asiente la realidad de un entorno comercial mucho menos favorable. Algunas empresas, como las de los sectores de servicios financieros y energía, serán menos vulnerables a los aranceles, mientras que otras, como las de consumo discrecional, serán mucho más susceptibles.
- Dentro del mercado de renta variable estadounidense, los inversores podrían examinar las oportunidades que ofrecen los valores de pequeña capitalización. Tras años de rendimiento inferior, el sector se ha revitalizado después de las elecciones del pasado 6 de noviembre gracias al optimismo de que las empresas más pequeñas podrían beneficiarse de la desregulación y de unos tipos impositivos más bajos, al tiempo que son menos vulnerables a las consecuencias negativas de una guerra comercial mundial. Abogaría por una estrategia que tenga en cuenta la calidad.
- El año 2025 podría presentar una excelente oportunidad para añadir capital en los mercados no estadounidenses a medida que los inversores recalibren sus hipótesis sobre los ganadores y perdedores relativos de la remodelación de las cadenas de suministro mundiales en un contexto geopolítico en evolución.
- En tres de los últimos cinco trimestres, la inversión extranjera directa en China ha sido negativa, y en los próximos años se podría reorientar más el capital fuera del país. Es probable que los principales beneficiarios sean otras economías emergentes para los bienes de uso cotidiano, mientras que la producción de bienes estratégicos y relacionados con la seguridad nacional se trasladará cada vez más a las economías desarrolladas.
- Con unos descuentos de valoración sin precedentes para la renta variable no estadounidense frente a la estadounidense, a los inversores les convendría analizar de nuevo qué empresas están mejor posicionadas para beneficiarse de este panorama cambiante.
- La llegada de la inteligencia artificial (IA) y la transición energética transformarán nuestras vidas. Los inversores están metidos de lleno en el negocio de la IA, pero descartan cada vez más las acciones relacionadas con las energías limpias. Se podría estar gestando una gran oportunidad de inversión, ya que el cambio climático no cesa y crece la oportunidad de beneficio de invertir tanto en mitigación como en adaptación. En el caso de la IA, la oportunidad más atractiva a corto plazo podría seguir estando en los líderes del mercado, pero posiblemente se desplazará cada vez más hacia las empresas que desplieguen de forma eficaz la IA en sus operaciones de manera que genere rendimientos significativos de la inversión.
Estados Unidos
Es probable que los inversores subestimen la capacidad de la nueva administración Trump para promulgar cambios significativos.
Desregulación. Posiblemente se verá un aumento de la exploración y producción de combustibles fósiles en terrenos estatales, así como una relajación de las restricciones medioambientales a la producción en general. Esto podría llevarse a cabo mediante decretos ejecutivos aplicables en días o semanas. Probablemente se desbaraten los esfuerzos por aumentar los requisitos de capital bancario y la supervisión reguladora de los grandes bancos en el marco de Basilea III, lo que beneficiaría a los bancos con más de 100.000 millones de dólares de activos; y cabe esperar que se recorte significativamente la autoridad de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB) o incluso se elimine totalmente.
Impacto de los aranceles. Los aranceles podrían acabar costando al hogar promedio estadounidense aproximadamente 1.700 dólares al año, según cálculos del Peterson Institute for International Economics (PIIE). Parece probable una escalada gradual pero, con el tiempo, los inversores deberían considerar la plena aplicación de un arancel del 60% contra China y un arancel global del 10%. Si estos aranceles llegan a materializarse, el PIB estadounidense se reduciría hasta en 100 puntos básicos (pb), la inflación aumentaría 100 pb o más, y el dólar seguiría fortaleciéndose. Los aranceles también podrían alterar las cadenas de suministro de las empresas y afectar significativamente al volumen de ventas y a los márgenes de beneficio. Las empresas de consumo discrecional son las más vulnerables, y podrían verse perjudicados otros sectores como el hardware tecnológico y las empresas industriales.
Inmigración y crecimiento económico. El PIIE estima que la deportación de 1.3 millones de trabajadores (comparable a un ejercicio de deportación de 1956 dirigido por el Presidente Eisenhower) elevaría la inflación de EEUU en más de 50 pb y reduciría el PIB en más de 70 pb en 2026, con los efectos más notables en una serie de industrias que van desde la construcción hasta el envasado de carne. El Consejo Americano de Inmigración calcula que deportar a un millón de inmigrantes al año costaría unos 88.000 millones de dólares anuales, mientras que una deportación masiva única podría costar unos 315.000 millones de dólares.
El camino de la reforma fiscal. Una reducción del tipo impositivo legal para las empresas del 21% al 15% podría aumentar los beneficios del S&P 500 en unos 400 pb. Es poco probable que los tipos del impuesto sobre las personas físicas cambien significativamente. Las exenciones fiscales para los consumidores anunciadas por Trump como eliminar el impuesto sobre las propinas o permitir una deducción fiscal por los intereses de los préstamos para automóviles tendrían escaso impacto en el consumo y el crecimiento económico, mientras que es improbable que poner fin a los impuestos sobre las prestaciones de la Seguridad Social se apruebe en el Congreso, ya que aceleraría la insolvencia del Fondo Fiduciario de la Seguridad Social.
China
Se pueden esperar intervenciones esporádicas que entusiasmen temporalmente a los inversores, pero que luego no logren equilibrar la economía china.
Crisis inmobiliaria. Las viviendas iniciadas han disminuido más del 60%, desde un máximo de aproximadamente 1.700 millones de metros cuadrados al año a unos 650 millones, lo que implica que las terminadas deberían disminuir en un porcentaje similar en los próximos uno o dos años en relación con el máximo anterior, reduciendo la brecha entre la oferta y la demanda, y poniendo un suelo bajo los precios de la vivienda.
Estímulo gubernamental. En 2025, China debería atacar el malestar económico de forma más agresiva. Las primeras medidas más probables por parte del gobierno chino serían la financiación del comercio de consumo y la concesión de subsidios para incentivar las compras de bienes duraderos; la financiación a los gobiernos regionales y provinciales para comprar el exceso de inventario de viviendas y reducir la presión a la baja sobre los precios de la vivienda; y las inyecciones de capital en los principales bancos para facilitar la concesión de préstamos de mayor riesgo frente a las recompras de acciones públicas y otros activos de alto riesgo ponderado.
Desequilibrios económicos sin resolverse. El problema más pernicioso de China es el desequilibrio entre ahorro y consumo en el sector doméstico: en gran parte debido a la ausencia de una red de seguridad social resistente, los hogares chinos tienen una de las tasas de ahorro más altas del mundo en porcentaje de la renta por miedo a sobrevivir a sus ahorros. Para acelerar el crecimiento de forma sostenible, China necesitará una ampliación y mejora significativas de las prestaciones de jubilación, junto con otra serie de reformas estructurales.
Política comercial. La respuesta de China a la política comercial estadounidense podría ser polifacética e incluir la sustitución de importaciones, medidas que compliquen las operaciones de las empresas estadounidenses que operan en China y restricciones a las exportaciones de componentes o insumos clave a EEUU para lastrar la productividad y competitividad estadounidenses. Junto a las represalias contra EEUU, las empresas chinas buscarán mercados de exportación alternativos, lo que podría provocar nuevas tensiones comerciales con otros países, en primer lugar con los de la Unión Europea.
Zona Euro
La zona euro parece correr el riesgo de sufrir otro año de relativo estancamiento económico.
Conflicto comercial con EE.UU. Además de disminuir las exportaciones a EEUU, los aranceles estadounidenses provocarían probablemente un descenso de la inversión del sector privado en Europa, ya que las empresas perderían confianza en su capacidad para exportar productos a EEUU. Por otro lado, Europa podría convertirse en una zona de dumping para las exportaciones procedentes de China, por lo que cabe esperar protecciones adicionales para la industria europea en 2025 más allá de los aranceles a las importaciones de vehículos chinos que la UE impuso en 2024.
Implicaciones de la política monetaria. Es probable que el BCE responda a los retos del comercio y el crecimiento recortando los tipos de forma más agresiva en 2025. Unos recortes de tipos más agresivos en Europa combinados con una menor relajación en EEUU se traducirán probablemente en un euro más débil, lo que podría llevar a una mayor inflación de los bienes importados en la región.
Seguridad nacional. Las tiranteces relacionadas con el comercio se verán probablemente agravadas por la presión estadounidense para que las naciones europeas aumenten significativamente el gasto en defensa ante una Rusia envalentonada y unos EEUU menos comprometidos. Esto puede suponer un reto para algunos países europeos más que para otros, lo que aumentará las tensiones dentro de la unión económica.
Japón
Las incógnitas son numerosas después de que la economía japonesa haya experimentado un cambio desgarrador en los últimos años.
Conmoción electoral. Muchos inversores esperan que el nuevo gobierno de Shigeru Ishiba adopte políticas menos conservadoras desde el punto de vista fiscal y que el Banco de Japón mantenga una trayectoria relativamente moderada.
Sostenibilidad de la inflación y los aumentos salariales. Es probable que el país siga registrando cifras de IPC en torno al 2%, lo que debería seguir reafirmando la normalización de las expectativas de inflación tras décadas de subidas de precios indeseablemente bajas y de deflación absoluta. También se esperaría otro año de aumentos salariales considerables para los trabajadores japoneses, dada la extrema estrechez del mercado laboral.
¿Una nueva era para la negociación empresarial? La oferta no solicitada de adquisición de Seven & i por parte del operador canadiense de tiendas de conveniencia canadiense Alimentation Couche Trade en 2024 podría señalar una nueva era de mayor actividad de adquisiciones en Japón y ser un buen augurio para un cambio significativo en la asignación de activos que podría beneficiar tanto a las empresas como a los consumidores. En 2024, la renta variable sólo representaba el 13% de los activos financieros de los hogares japoneses. Si los consumidores nipones se dan cuenta del importante potencial alcista de las cotizadas derivado de unas mejores prácticas de gestión y de la opcionalidad en torno a las adquisiciones, se podría asistir a una importante reasignación de capital hacia activos de mayor riesgo en Japón.
Cambio de papel en las cadenas de suministro mundiales. Japón tiene capacidad para desempeñar un papel estratégico en la reducción del riesgo de las cadenas mundiales de suministro tecnológico en relación con la Gran China, ya que cuenta desde hace tiempo con los conocimientos técnicos y la mano de obra cualificada para producir semiconductores. El país nipón no es inmune a la incertidumbre mundial por la nueva administración estadounidense, pero podría ser menos vulnerable que algunos de sus homólogos y seguir ofreciendo a los inversores una oportunidad de mercado de renta variable no correlacionada en 2025.
Cambios Geopolíticos
Las perspectivas geopolíticas son mucho menos predecibles y, por lo tanto, introducen un riesgo significativo para los inversores y los ejecutivos de las empresas que toman decisiones de compromiso de capital. Los temas prioritarios en esta nueva era son cuatro.
1. Ayuda a Ucrania. Es probable que la ayuda estadounidense a Ucrania llegue a su fin, lo que significaría alguna combinación de aumento de la financiación europea a Ucrania y/o que el presidente Volodymyr Zelensky se viera obligado a negociar un cese de las hostilidades con Rusia desde una posición aún más debilitada
2. El futuro de la OTAN. Cualquier disminución del compromiso de Estados Unidos con la OTAN podría tener consecuencias significativas para la estabilidad en Europa.
3. Política hacia Oriente Medio. La imposición y aplicación de sanciones estadounidenses más duras contra Irán y un enfoque más permisivo con la acción militar israelí contra Irán podrían aumentar el riesgo de que el conflicto regional se expanda hasta interrumpir el flujo de productos energéticos que salen del Golfo Pérsico.
4. Política China-Taiwán. Es probable que la política estadounidense hacia China sea menos predecible en el futuro, en parte debido a las opiniones divergentes dentro de la nueva administración. Hay coincidencias entre los principales actores en lo que respecta a la política comercial con China, pero las opiniones sobre Taiwán difieren. Estas dudas en el lado estadounidense del Pacífico podrían incentivar a China a ir más allá en términos de ejercer presión sobre Taiwán para ver hasta dónde puede llegar sin una respuesta estadounidense.
La información de estas páginas contiene declaraciones prospectivas que implican riesgos e incertidumbres. Los mercados e instrumentos descritos en esta página tienen únicamente fines informativos y de ninguna manera deben considerarse una recomendación para comprar o vender estos activos. Debe hacer su propia investigación exhaustiva antes de tomar cualquier decisión de inversión. FXStreet no garantiza de ninguna manera que esta información esté libre de errores, errores o incorrecciones materiales. Tampoco garantiza que esta información sea de carácter oportuno. Invertir en Mercados Abiertos implica una gran cantidad de riesgo, incluida la pérdida de la totalidad o una parte de su inversión, así como angustia emocional. Todos los riesgos, pérdidas y costos asociados con la inversión, incluida la pérdida total del principal, son su responsabilidad. Los puntos de vista y las opiniones expresadas en este artículo pertenecen a los autores y no reflejan necesariamente la política oficial o la posición de FXStreet ni de sus anunciantes.