¿Seguimos bajo la idea del TINA?

Seguimos asistiendo, en el caso de las acciones estadounidenses, a un ejercicio extraordinario, consolidándose como la opción favorita de los inversores globales en un fenómeno conocido como “There Is No Alternative” (TINA). Con 405.000 millones de USD en flujos hacia fondos de renta variable, incluidos 16.000 millones adicionales solo en la última semana, Estados Unidos se posiciona como el líder indiscutible en un entorno de incertidumbre económica global.

El sector tecnológico ha sido el motor de este rally, con empresas como Nvidia capitalizando el auge de la inteligencia artificial. Esto ha llevado al SP500 a cotizar a casi 27 veces beneficios, uno de los múltiplos más altos en 125 años. Paralelamente, el dólar continúa ganando fuerza, con ocho semanas consecutivas al alza, impulsado por flujos de capital persistentes hacia activos de alta calidad y tipos neutrales más altos. 

Sin embargo, la dinámica podría estar cambiando. Los fondos del mercado monetario (MMFs) experimentaron una salida de 22.000 millones de USD la semana pasada, la mayor desde junio, tras acumular 161.000 millones en las dos semanas anteriores. Este movimiento, dominado por inversores institucionales, plantea una pregunta crucial: ¿hacia dónde irá el dinero estacionado en estos fondos? ¿es señal de una euforia en máximos? Con 6.7 billones de USD aún en monetarios, algunos analistas prevén un flujo hacia activos de mayor rendimiento, como bonos corporativos de grado de inversión o incluso acciones.

Desde principios de 2023, los MMFs han visto un flujo neto de casi 2 billones de USD, una cifra asombrosa que ahora podría redirigirse a otros activos en un entorno de tipos en descenso. Este cambio podría ser un catalizador para una nueva rotación de capital hacia activos más arriesgados, aunque persisten dudas sobre la sostenibilidad de estas transiciones.

Interesante observar cómo, mientras Estados Unidos mantiene su liderazgo, Europa y China luchan por atraer inversores. El sector tecnológico chino enfrenta estrictas regulaciones, mientras que Europa se encuentra atascada en problemas económicos estructurales. Esto refuerza el atractivo de las acciones estadounidenses, pero también amplifica las tensiones en el mercado global.

Y mientras veíamos como las valoraciones en Estados Unidos están alcanzando niveles históricos, las condiciones financieras podrían endurecerse en 2025, con un dólar más fuerte, tipos de interés más altos de lo descontado meses atrás y una Reserva Federal más cautelosa respecto a recortar tipos en comparación con otros bancos centrales, que podrían adoptar políticas más expansivas. Estas dinámicas podrían llevar a una rotación hacia mercados internacionales, especialmente si las valoraciones alcanzan un punto crítico.

Así las cosas, el atractivo de las acciones estadounidenses sigue siendo evidente, pero los riesgos de valoraciones extremas y la incertidumbre sobre los flujos de capital exigen cautela. La narrativa de la excepcionalidad estadounidense podría estar acercándose a su pico cíclico, con 2025 como un año clave para explorar oportunidades en otros mercados.

Los inversores deben estar atentos a las señales de rotación de capital desde cuentas monetarias hacia activos de mayor rendimiento, pero gestionando el riesgo con estrategia. Diversificar y evitar decisiones impulsivas serán fundamentales para aprovechar el próximo movimiento del mercado sin comprometer la estabilidad de las carteras y, de paso, dejar de caer bajo el influjo del llamado “TINA”.

Niveles técnicos clave 

No son recomendaciones de inversión. Solo comentarios desde un punto de vista técnico informativo. 

1.- S&P 500

Desde un punto de vista técnico, seguimos manteniendo la zona de los 6000 puntos como la que marca control de referencia alcista. Desde ahí, corrección hasta el primero de los soportes delimitado por los 5850-5870 puntos y rebote. Mientras esa zona se mantenga, seguiremos con predisposición alcista. Sin embargo, el perder los 5850 nos llevaría a los 5750 puntos primero y a los 5670 como la primera zona clave de cierto relieve. La volatilidad sigue baja, el sentimiento en zona de euforia, pero no extrema y añadimos el control de los flujos. 

2.- IBEX-35

Desde un punto de vista técnico y tras el rebote experimentado desde la primera zona de control marcada por los 11400 puntos, los precios están luchando por superar los 11600 puntos. Necesitamos confirmación por encima de este nivel para intentar ir a por los 11800 y los 12000 puntos. Si los precios no pueden con los 11600, directos a los 11400 de nuevo. Por abajo quedarán los  11200 puntos y los 10800. 

3.- Bitcoin (BTC)

El Bitcoin se ha quedado al borde de alcanzar los 100.000 dólares, un nuevo máximo histórico impulsado – entre otros catalizadores relevantes - por la victoria de Trump. Este hito, que parecía inalcanzable tras el colapso de FTX hace dos años, ha renovado el optimismo en el mercado cripto, con activos como Solana, Cardano y Ripple registrando subidas superiores al 20% esta semana. Sin embargo, este entusiasmo requiere ser acompañado de cautela y un análisis detallado.

Históricamente, los ciclos del Bitcoin han seguido ciertos patrones vinculados a los “halvings”, con máximos y mínimos predecibles. Indicadores como la ratio MVRV (valor de mercado dividido por valor realizado) ofrecen pistas sobre el comportamiento del mercado. Actualmente, el MVRV está en 2.7, lejos de los picos de ciclos anteriores, pero en zona de riesgo de sobrecompra, lo que sugiere que podría haber espacio para más crecimiento a pesar de ese mayor riesgo. Sin embargo, la amplitud de estos ciclos ha disminuido, y los patrones históricos podrían no repetirse con exactitud, especialmente en un contexto político tan inusual como el actual.

El interés institucional es un motor crucial del ciclo actual. Los ETFs de Bitcoin en USA han registrado más de 1.000 millones en entradas netas esta semana, liderados por el IBIT de BlackRock y el FBTC de Fidelity. Además, MicroStrategy ha emitido 3.000 millones en bonos para reforzar sus posiciones en Bitcoin, aunque esto no evitó una caída del 16% en sus acciones. Este flujo de capital institucional refuerza la legitimidad de los activos digitales como parte de estrategias de inversión a largo plazo.

En el ámbito regulatorio, la renuncia de Gary Gensler como presidente de la SEC marca un posible giro hacia una regulación más favorable para el espacio cripto bajo la administración Trump. Este cambio podría abrir nuevas oportunidades para el sector, aunque también añade incertidumbre al panorama.

Mientras tanto, las Altcoins están ganando protagonismo. Bitwise y otros gestores están compitiendo por lanzar ETFs de activos como Solana y XRP, lo que refleja una diversificación en la atención de los inversores hacia un espectro más amplio de activos digitales y, de otro lado, las primeras señales de calentamiento. 

A pesar del entusiasmo, es crucial abordar este momento con precaución. Los movimientos verticales como los actuales son tentadores, pero también peligrosos. Es fundamental evitar decisiones impulsivas guiadas por el FOMO (miedo a perder la oportunidad).

La clave está en gestionar el riesgo de forma responsable, mantener una exposición limitada a los activos digitales y diversificar las carteras. Aunque bitcoin puede seguir ofreciendo oportunidades únicas, los ciclos pasados no garantizan resultados futuros, y actuar con cabeza será esencial para navegar este entorno.

Desde un punto de vista técnico, tras superar los 93. 000 dólares entramos en zona de descubrimiento de precios y la cota de los 100.000 dólares ha quedado a menos de 1.000 dólares de tocarse. Sigue entrando dinero de forma importante en cripto, vemos la típica entrada de otros ciclos hacía las Altcoins, destacando aquellas más “antiguas” en claro síntoma de regreso de ciertos especuladores que no atienden a argumento de valor alguno y actualmente no tenemos soportes de relevancia hasta la zona de los 73.000 dólares. Esto supone que, realmente, bitcoin puede corregir hasta esa referencia y seguir siendo alcista. Por poner algún valor menor, los mínimos marcados en los 85.000 dólares son una referencia que podría funcionar a corto plazo. Por arriba, superar los 99.000 dólares volvería a colocar al BTC en zona de descubrimiento de precios.