Todo sobre el dólar de Hong Kong
A principios del 1800, las cargas masivas de té que llegaban desde China al Reino Unido ayudaron a fomentar las buenas relaciones entre los miembros de la sociedad británica. A cambio, a modo de pago, el Reino Unido enviaba lujosos relojes de pared y de pulsera, pero había tanto té entrando en Inglaterra que los británicos empezaron a exportar opio, por entonces era legal plantarlo en Gran Bretaña, para equilibrar los gastos y beneficios en sus libros de comercio. La dinastía Qing quería prohibir el tráfico de drogas en su país y la Primera Guerra del Opio surgió como consecuencia de ello en el año 1839. Tres años más tarde se firmó un tratado de paz, para entonces Gran Bretaña poseía la isla de Hong Kong frente a la costa sureste de China.
Cuando los británicos hicieron de Hong Kong su puerto de comercio, la corona intentó introducir la moneda de plata esterlina para convertirla en la principal de la isla, tal y como hizo con todas sus posesiones coloniales. Pero la libra esterlina no encontró el favor de los cantoneses, quienes preferían utilizar el dólar español para sus transacciones diarias. Finalmente, después de dos décadas de intentos, los británicos se dieron por vencidos en esta batalla de divisas y en 1863 empezaron a emitir dólares de Hong Kong. En 1935, cuando Hong Kong abandonó el patrón de plata, el dólar de Hong Kong se convirtió en su moneda única y distintiva; hoy es la octava moneda más negociada en el mundo.
A pesar de su popularidad, el dólar de Hong Kong ocupa un lugar muy particular entre las monedas del mundo. Lo más importante es que Hong Kong no es su propio país soberano sino una región autónoma de China. Algún día, probablemente no muy cercano, el Gobierno chino podría permitir el libre comercio de su moneda, el yuan, y el dólar de Hong Kong acabaría desapareciendo por completo. Son muy pocos los países que operan con dos estándares de monedas oficiales - sería como si en los Estados Unidos se continuara negociando con dólares confederados tras la Guerra Civil.
Incluso sin un futuro incierto, el dólar de Hong Kong sigue siendo especial. Principalmente sirve para realizar transacciones de negocios reales y no es fácilmente negociable. Los dólares de Hong Kong no están respaldados por ningún metal, en cambio sí lo están por la fortaleza del dólar estadounidense. Solo se emitirá un dólar de Hong Kong si los bancos emisores tienen una cantidad equivalente de dinero efectivo en mano de Estados Unidos. Todo este proceso es supervisado por la Autoridad Monetaria de Hong Kong, que no permite que su dólar se negocie libremente.
La Autoridad Monetaria de Hong Kong mantiene un estricto control sobre su dólar y rara vez permite que su valor suba o baje en más de una pequeña fracción. Este rango de movimiento desalienta a los inversores minoristas a la hora de especular en los mercados de divisas. Únicamente las mayores casas bancarias, que disponen de rápidos ordenadores, pueden recoger algunas ganancias del dólar de Hong Kong en los movimientos de apenas unos minutos.
El dólar de Hong Kong sigue siendo relevante en el mercado mundial de divisas. Solo las ciudades de Nueva York, Londres, París y Tokio pueden rivalizar con los miles de millones de dólares que pasan por el mercado de Hong Kong cada año. Todo en dólares de Hong Kong.
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