La economía alemana sorprende en el tercer trimestre

La economía alemana evitó una recesión técnica en el tercer trimestre, mostrando un crecimiento inesperado. Sin embargo, esto no cambia el hecho de que la economía sigue estancada.

Se ha evitado una recesión. ¿Ha sido todo el drama simplemente exagerado? Después de una serie de noticias económicas negativas, la economía alemana acaba de dar una sorpresa positiva.

Según la estimación preliminar recién publicada, la economía alemana creció un 0,2 % intertrimestral en el tercer trimestre, desde un -0,1% intertrimestral inicial en el segundo. En el año, la economía se contrajo un 0,2%. Esta sorpresa positiva se ve algo atenuada por la revisión a la baja de la contracción del segundo trimestre a -0,3% intertrimestral, desde el -0,1% intertrimestral inicialmente reportado.

Como resultado, aunque se evitó una recesión técnica, la economía alemana sigue siendo apenas más grande de lo que era al inicio de la pandemia. Según la agencia estadística, el crecimiento inesperado fue impulsado tanto por el consumo privado como por el público.

Alemania sigue siendo un imán para las noticias macro negativas

Si a primera vista los datos de hoy traen algo de alivio, la economía alemana actualmente sigue siendo un imán para las noticias macro negativas. Desde el inicio de la pandemia, el crecimiento trimestral se ha estancado en promedio. Y a riesgo de sonar como un disco rayado, el estado actual de la economía alemana es el resultado tanto de vientos en contra cíclicos como estructurales.

La pandemia y la guerra en Ucrania han acelerado la debilidad estructural, pero no son las razones originales de la situación actual. En un mundo en el que, al menos en la manufactura, China se ha convertido en la "nueva Alemania", el antiguo modelo macroeconómico alemán de energía barata y mercados de exportación grandes y fácilmente accesibles ya no funciona.

Uno, dos, tres años de estancamiento

De cara al futuro, hay muy pocas razones para esperar un alivio inminente. De hecho, el creciente número de insolvencias y los anuncios individuales de reestructuraciones laborales próximas siguen colgando como la Espada de Damocles sobre lo que ha sido uno de los pocos bastiones de la economía en los últimos años: el mercado laboral. El caso de Volkswagen sugiere que el mercado laboral podría estar cambiando rápidamente y el crecimiento salarial podría disminuir. La seguridad laboral en lugar de los aumentos salariales podría pronto ser el nuevo mantra en el mercado laboral alemán. Los datos del mercado laboral de esta mañana mostraron el desempeño más débil de octubre desde finales de la década de 1990.

En una nota más positiva, el rebote de la semana pasada en los PMI y el índice Ifo sugiere que la economía alemana al menos puede evitar una recesión severa y es más probable que se mueva horizontalmente en los próximos meses. Los principales riesgos son posibles aranceles estadounidenses sobre productos europeos y un ciclo negativo auto-reforzado debido a más noticias corporativas decepcionantes y pocas nuevas respuestas políticas del gobierno alemán.

Hablando del gobierno alemán, la conciencia de que la debilidad económica es más que una caída cíclica finalmente ha llegado. Sin embargo, el paso hacia la formulación de respuestas políticas aún no se ha dado, al menos no de manera unificada y coherente. Ayer, por ejemplo, hubo dos reuniones diferentes con el Canciller Olaf Scholz y el Ministro de Finanzas Christian Lindner. Desafortunadamente, no surgieron resultados claros de estas discusiones. Parece un poco como "todo, en todas partes, todo por separado". La sorpresa positiva de hoy no debería cegar a los responsables de la política alemana. Mientras no haya una orientación política clara, es poco probable que termine el estancamiento.

En resumen, los datos del PIB de hoy traen un alivio bienvenido al alma alemana golpeada. Sin embargo, no quita el hecho de que la economía sigue estancada. Al menos no está cayendo en una recesión severa. Son las pequeñas cosas las que importan en estos días.